Es bajo tus miradas donde nunca zozobro;
es bajo tus miradas tranquilas donde cobro
propiedades de agua; donde río, parlera,
cubriéndome de flores como la enredadera.
Es bajo tus miradas azules donde sobro
para el duelo; despierto sueños nuevos y obro
con tales esperanzas, que parece me hubiera
un deseo exquisito dictado Primavera:
Tener el alma fresca, limpia; ser como el lino
que es blanco y huele a hierbas. Poseer el divino
secreto de la risa; que la boca bermeja
persista hasta el silencio postrero, bella, fuerte,
¡y libe en la corola suprema de la Muerte
con su última abeja!
Alfonsina Storni
2 comentarios:
Hay miradas que dicen, piden y dan más sentimiento y amor que las palabras. Hermoso poema. Beso.
RosaMaría, son así las miradas, como lo definiste. El terciopelo del alma, lo que corre por la mente y la sangre envolviéndonos con la magia o química que nos genera determinada persona y que se refleja al verla.
Un beso
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