Estoy y camino en tu cielo azul, el rincón del corazón donde todas las noches velo tus sueños, donde cada palpitación es un beso eterno.

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30 de abril de 2009

Revelaciones


En la noche a tu lado

las palabras son claves, son llaves.

el deseo es rey.

Que tu cuerpo sea siempre

un amado espacio de revelaciones.


Alejandra Pizarnik

Gracias Catar

28 de abril de 2009

Tristeza


Dicen que las mujeres sólo lloran

cuando quieren fingir hondos pesares;

los que tan falsa máxima atesoran

muy torpes deben ser, o muy vulgares.

Si llegara mi llanto hasta la hoja

donde temblando está la mano mía,

para poder decirte mis congojas,

con lágrimas la carta escribiría.

Mas si el llanto es tan claro que no pinta

y hay que usar otra tinta más oscura,

la negra escogeré porque es la tinta

donde más refleja mi amargura.

Aunque yo soy para soñar esquiva,

sé que para soñar nací despierta

Me he sentido morir y aún estoy viva;

tengo ansias de vivir y ya estoy muerta.


Juan Antonio






27 de abril de 2009

ARTE DE AMAR


Si quieres sentir la felicidad de amar, olvida tu alma,

el alma es lo que estropea el amor.

Sólo en Dios puede encontrar satisfacción,

no en otra alma.

Sólo en Dios -o fuera del mundo.

Las almas son incomunicables.

Deja a tu cuerpo entenderse con otro cuerpo.

Porque los cuerpos se entienden, pero las almas no.


Manuel Bandeira Brasil (1886-1969)

26 de abril de 2009

Por veredas de sueño


Fui una letra de tango
para tu indiferente melodía.
Una carta de amor
Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso es tan poco
yo lo quiero de vos porque te quiero

Autor: Julio Cortázar
Objetos Perdidos
Pintura: Balcony at Buenos Aires
Fabián Pérez

25 de abril de 2009

Pequeña hoja


El mar hacia nosotros levantaba
una copa de frío.

En las paredes las enredaderas

susurraban dejando

caer hojas oscuras

a nuestro paso.


Tú eras también una pequeña hoja

que temblaba en mi pecho.

El viento de la vida allí te puso.

En un principio no te vi: no supe

que ibas andando conmigo,

hasta que tus raíces

horadaron mi pecho,

se unieron a los hilos de mi sangre,

hablaron por mi boca,

florecieron conmigo.


Poema Epitalamio
de Pablo Neruda


24 de abril de 2009

No necesito



"No necesito orbitar alrededor de un planeta

—de ningún planeta—

para recibir los rayos del sol.

No tengo ninguna vocación de satélite:

puede que mi luz sea tenue,

pero es propia."



Berna Wang. La mirada oblicua
Sakkarah/Catar


23 de abril de 2009

SELECCIÓN


De las almas creadas

supe escoger la mía.

Cuando parta el espíritu

y se apague la vida,

y sean Hoy y Ayer

como fuego y ceniza,

y acabe de la carne

la tragedia mezquina,

y hacia la Altura vuelvan

todos la frente viva,

y se rasgue la bruma...

yo diré: Ved la chispa

y el luminoso átomo

que preferí a la arcilla.


Autora: Emily Dickinson
Pintura: Wild Roses Glenn Harrington

21 de abril de 2009

MI CORAZON






Es mi corazón

álamo alborozado,

pájaro al alba,

cellisca de mayo,

fuente que exclama,

altozano que surge

en meseta despoblada,

vergel encantado

provocando al agua,

risa de espuma,

sonajero de nácar,

alondra madrugadora,

rumores de plata.

Alegría florida,

contigo,

eco del alma.


Autora: Trini Reina

Vehemencia XIV

Alondra



20 de abril de 2009

Sujeto y Objeto


Esencial como el aire

estás ahí siempre,

notable espectador,

Compartes mis lugares.

Te tengo. Eres perpetuo.

Si tiendo la mano

te encuentro mío,

solícito, amigo, compañero.

A tu lado me levanto cada día

y no me pides nada.

Siempre en silencio,

humilde, no pretendes.

Apenas eres

lo que tengo al lado.

Con eso te conformas.

En el lecho

-antes del sueño-

te tomo entre mis manos,

delicado y noble,

sutil y profundo.

No podría estar si ti

y no lo sabes,

querido,

muy querido

libro mío.


Autora: Ana Buquet

19 de abril de 2009

DESTINO



no ha estado vivo nunca.


Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere

un olvido, una ausencia, a veces menos.

Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia

de respirar con un pulmón ajeno!

El aire no es bastante

para los dos. Y no basta la tierra

para los cuerpos juntos

y la ración de la esperanza es poca

y el dolor no se puede compartir.

El hombre es animal de soledades,

ciervo con una flecha en el ijar

que huye y se desangra.

Ah, pero el odio, su fijeza insomne

de pupilas de vidrio; su actitud

que es a la vez reposo y amenaza.

El ciervo va a beber y en el agua aparece

el reflejo de un tigre.

El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve

—antes que lo devoren— (cómplice, fascinado)

igual a su enemigo.

Damos la vida sólo a lo que odiamos.


Autora: Rosario Castellanos


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18 de abril de 2009

Biología Humana


Apenas el trazado de un dedo sobre el agua,

el levísimo rastro de un aroma, un sonido,

la imperceptible huella de un insecto

que pasa y ya no es vida

y a nadie dió dolor.


Ése es tal vez tu paso,

por esta geografía de tierra blanca y mar,

de cielo abierto y mar sobre la vista alzados.


Autora: Pilar Blanco

17 de abril de 2009

Una Palabra


Una palabra no dice nada

y al mismo tiempo lo esconde todo

igual que el viento que esconde el agua

como las flores que esconde el lodo.


Una mirada no dice nada

y al mismo tiempo lo dice todo

como la lluvia sobre tu cara

o el viejo mapa de algún tesoro.


Una verdad no dice nada

y al mismo tiempo lo esconde todo

como una hoguera que no se apaga

como una piedra que nace polvo.


Si un día me faltas no seré nada

y al mismo tiempo lo seré todo

porque en tus ojos están mis alas

y está la orilla donde me ahogo,

porque en tus ojos están mis alas

y está la orilla donde me ahogo.


Carlos Varela

15 de abril de 2009

SE QUERÍAN


Se querían.

Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,

labios saliendo de la noche dura,

labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?

Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.

Se querían como las flores a las espinas hondas,

a esa amorosa gema del amarillo nuevo,

cuando los rostros giran melancólicamente,

giralunas que brillan recibiendo aquel beso.

Se querían de noche, cuando los perros hondos

laten bajo la tierra y los valles se estiran

como lomos arcaicos que se sienten repasados:

caricia, seda, mano, luna que llega y toca.

Se querían de amor entre la madrugada,

entre las duras piedras cerradas de la noche,

duras como los cuerpos helados por las horas,

duras como los besos de diente a diente sólo.

Se querían de día, playa que va creciendo,

ondas que por los pies acarician los muslos,

cuerpos que se levantan de la tierra y flotando...

se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.

Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,

mar altísimo y joven, intimidad extensa,

soledad de lo vivo, horizontes remotos

ligados como cuerpos en soledad cantando.

Amando. Se querían como la luna lúcida,

como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,

dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,

donde los peces rojos van y vienen sin música.

Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,

ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,

mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,

metal, música, labio, silencio, vegetal,

mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.


Autor: Vicente Aleixandre

14 de abril de 2009

Amanecer

Esta madrugada es la primera del mundo.
Este color de rosa que se amarillea
y pasa al blanco ardiente,
nunca se posó así en el semblante con que,
por el oeste, el caserío encara lleno de ojos de vidrio
el silencio que viene en luz creciente.
Nunca hubo esta hora, ni esta luz, ni este ser mío.
Mañana, lo que fuere, será otra cosa,
y lo que yo vea, será visto por ojos recompuestos,
llenos de una nueva visión.
Fernando Pessoa
Pintura: Amanecer sobre el Puente
A.G.Aguti