Estoy y camino en tu cielo azul, el rincón del corazón donde todas las noches velo tus sueños, donde cada palpitación es un beso eterno.

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29 de marzo de 2009

MAREA DE MI CORAZÓN ...





déjame ir

en las ligustrinas


como un insecto o como la

misma ligustrina en el rumor

en el rasante

vuelo de las

golondrinas alrededor

de los aleros en la música

minimal donde se hunde

mi vecino mientras tapiza

con golpecitos los respaldos

de las sillas en el sol

rasgado por la brisa

no ser lo otro

lo que mira. Desligarme

del ser hacia aquel

estar mayestático de

la dicha. Alfombra

de orquídeas diminutas

sobre el pasto florecen

antes que la máquina

cortadora de césped

las arrase ¿aprendieron?

Corolas violáceas

enjoyadas que emergen

en cinco días de sus tallos

aprendieron la brevedad?

de la vida sin ser

lo otro que del origen

nos aparta.

Diana Bellessi







27 de marzo de 2009

Con las manos


Con las manos refrescadas

en el manantial de la felicidad

escoges del árbol

de las aguamarinas la piedra

celeste más parecida

a la vida de tus ojos


al depositarla en mis manos

bañadas en el manantial de la felicidad

nos hemos abrazado como los ríos.



Autora: Margarita Borja
Pintura: W.Volegov

25 de marzo de 2009

Somos lo que soñamos ser


Somos lo que soñamos ser
Y ese sueño, no es tanto una meta
Como una energía
Cada día es una crisálida
Cada día alumbra una metamorfosis
Caemos, nos levantamos
Cada día la vida empieza de nuevo
La vida es un acto de resistencia y de reexistencia
Vivimos, revivimos
Pero todos esos tienen la memoria
Somos lo que recordamos
La memoria es nuestro hogar nómada
Como las plantas o las aves emigrantes
Los recuerdos tienen la estrategia de la luz
Van hacia delante
A la manera del remero que se desplaza de espaldas para ver mejor
Hay un dolor parecido al dolor de muelas
A la pérdida física
Y es perder algún recuerdo que queremos
Esas fotos imprescindibles en el álbum de la vida
Por eso hay una clase de melancolía que no atrapa
Sino que nutre la libertad
En esa melancolía como espuma en las olas
Se alzan los sueños.


Autor: Manuel Rivas
Pintura: Steve Hanks

24 de marzo de 2009

Mi Señor...


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Mi Señor...
...Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes

Y a no decir mentiras para ganarme el aplauso

de los débiles


Si me das fortuna, no me quites la razón.

Si me das éxito, no me quites la humildad.


Si me das humildad, no me quites la dignidad.

Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla,

no me dejes inculpar de traición

a los demás por no pensar igual que yo.



Enséñame a querer a la gente como a mí mismo.

No me dejes caer en el orgullo si triunfo

Ni en la desesperación si fracaso.



Más bien recuérdame que el

fracaso es la experiencia que precede al triunfo.

Enséñame que perdonar
es un signo de grandeza

y que la venganza es una señal de bajeza.


Si me quitas el éxito,
Déjame fuerzas para aprender del fracaso.

Si yo ofendiera a la gente,

dame valor para disculparme

y si la gente me ofende,

dame valor para perdonar.



¡Señor...si yo me olvido de tí,

nunca te olvides de mí!




La oración de Mahatma Ghandi
























22 de marzo de 2009

Ella escribe


Ella escribe.

Da vueltas por la casa aplastada de palabras,

por las calles de transeúnte del tiempo,

por las sombras de ese otoño permanente,

allí donde el sol sólo alborea en mañanas extrañas.

Generación tras generación nace la palabra.

Ella escribe, no puede hacer otra cosa. Escribe.

Escucha un sonido, ve una flor y la hace cuento y sabe que es extranjera

que siempre lo será, esté donde esté, vaya donde vaya,

es extranjera de sus propias palabras que se ordenan en la hoja

como se ordenaban sus juguetes infantiles a la hora de la siesta.

Poema: Elina Wechsler



21 de marzo de 2009

OTOÑO




Te recuerdo como eras en el último otoño.


Eras la boina gris y el corazón en calma.


En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.


Y las hojas caían en el agua de tu alma.


Apegada a mis brazos como una enredadera,


las hojas recogían tu voz lenta y en calma.


Hoguera de estupor en que mi sed ardía.


Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.


Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:


boina gris, voz de pájaro y corazón de casa


hacia donde emigraban mis profundos anhelos


y caían mis besos alegres como brasas.




Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.


Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma.


Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.


Hojas secas de otoño giraban en tu alma.


Neruda

Fotos: Junín de los Andes
Tierra del Fuego

La primera foto es de un lugar muy querido por Beatriz.
Me pregunto si serán los serbales de Carmencita.
Otoño, mi estación preferida.


19 de marzo de 2009

Silencio


No me pidas silencio

cuando el aire viene impregnado de saudades

y se acaricia en las hojas de ese árbol

con piel de desengaños

que es mortecina noche de besos

y caja fuerte de deseos.


No me pidas silencio,

porque no callaré los secretos de esa pradera

mullida de caricias que enjugó sus enojos

de niño enfurruñado por el destino,

y que ahora se seca.


No me pidas silencio

que no puedo callar esta pena plagada de cuchillos

que gritan su nombre: ¡azul!,

y mi soledad: ¡blanca!.

Y son alacranes de acero entre mis libros

y entre mis ojos, y entre mis costillas.


¡Que no me pidas silencio!

¡porque no voy a callar!,

que no quiero callar esta pena

que se derrama y me forma balsa,

y lago, y catarata,

y asume su papel

de borradora de encantos y ensoñaciones.


¡Que no me pidas silencio!

porque no voy a callar


¡Calla tú, recuerdo!.


Edith Checa
Pintura. W.Volegov






16 de marzo de 2009

Caminando por la vida


Si andas por un bosque ten cuidado,
porque habrá ramas bajas,
te puedes golpear contra esas ramas.
No es necesario que las cortes,
Simplemente agáchate un poco para volver a levantarte
inmediatamente,
la rama quedará frustrada en su intento de dañarte.


Elena

14 de marzo de 2009

La Noche


Estoy sola...

Desde mi patio contemplo

Toda la noche estrellada.

Noche de luna y silencio.

Noche de cosas pasadas,

Que sin querer, te ha traído,

No sé por qué, a mi memoria.

Que sin querer, has venido,

Y ya mis labios te nombran...

¿Será que estás en mi vida,

aunque no estés a mi lado?

¿Será?... ¡No quiero pensarlo!...

¡Por qué, te habré recordado!...

La noche sigue en silencio

el cielo todo estrellado,

y yo sentada en el patio

donde una vez, me has besado.

¿Por qué estoy sola sí un día,

amor, tus labios juraron?

¿Por qué te fuiste tan lejos?

Si ¡tanto! Yo te hube amado.

¿Por qué me envuelve la noche

con su silencio pesado?

¿Por qué? ¿Por qué estoy llorando?

¿Por qué te habré recordado?


Cristina De Fercey