déjame ir
en las ligustrinas
como un insecto o como la
misma ligustrina en el rumor
en el rasante
vuelo de las
golondrinas alrededor
de los aleros en la música
minimal donde se hunde
mi vecino mientras tapiza
con golpecitos los respaldos
de las sillas en el sol
rasgado por la brisa
no ser lo otro
lo que mira. Desligarme
del ser hacia aquel
estar mayestático de
la dicha. Alfombra
de orquídeas diminutas
sobre el pasto florecen
antes que la máquina
cortadora de césped
las arrase ¿aprendieron?
Corolas violáceas
enjoyadas que emergen
en cinco días de sus tallos
aprendieron la brevedad?
de la vida sin ser
lo otro que del origen
nos aparta.
Diana Bellessi
8 comentarios:
Quién pudiera volar como las golondrinas...
Un beso.
Hola:
Vi tus comentarios en mi blog. Muchas gracias por visitarme.
Que Hermoso!!!
La pintura bellizima.
te estoy leyendo ya que soy tú nueva seguidora.
Cariños.Xauuuuu
Sakkarah:
Sería hermoso poder hacer el vuelo rasante y observar desde otra perspectiva.
Besos
Ania:
Bienvenida, nos leeremos, la entrada tuya de la leyenda del Calafate me encanta!
Un beso
Normalmente voy con la marea, en su vaivén, casi a la deriva.
Disfruto de esta lectura aunque ahora gobierne el barco con tesón...
¡Cuánta paz!
Besos!!!
Bien Anita que te dejes llevar por la marea de tu corazón, y si es necesario ajusta tus velas...
Un beso
Bello poema, muy bien ilustrado.
Hola Francisco, gracias a vos por tu visita, tengo que ir a conocer tu blog.
Me encanta visitarlos y me voy enriqueciendo en cada nueva entrega que hacen.
Saludos
Inés
Me reitero en el comentario que puse antes, bellísimo y pleno. Un abrazo
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