Estoy y camino en tu cielo azul, el rincón del corazón donde todas las noches velo tus sueños, donde cada palpitación es un beso eterno.

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29 de junio de 2010

Carta


"Querida Edith: No sé si se acuerda todavía del largo, flaco, feo y aburrido compañero que usted aceptó para pasear muchas veces por París, para ir a escuchar Bach a la Sala del Conservatorio, para ver un eclipse de luna en el parvis de Notre Dame, para botar al Sena un barquito de papel, para prestarle un pulóver verde (que todavía guarda su perfume, aunque los sentidos no lo perciban).Yo soy otra vez ése, el hombre que le dijo, al despedirse de usted delante del Flore, que volvería a París en dos años. Voy a volver antes, estaré allí en noviembre. ( ... ) Pienso en el gusto de volverla a encontrar, y al mismo tiempo tengo un poco de miedo de que usted esté ya muy cambiada, ( ... ) de que no le divierta la posibilidad de verme. ( ... ) Por eso le pido desde ahora y se lo pido por escrito porque me es más fácil ( ... ) que si usted está ya en un orden satisfactorio de cosas, si no necesita este pedazo de pasado que soy yo, me lo diga sin rodeos. ( ... ) Sería mucho peor disimular un aburrimiento. ( ... ) Me gustaría que siga siendo brusca, complicada, irónica, entusiasta, y que un día yo pueda prestarle otro pulóver."

[Carta de Julio Cortazar a Edith Aron (La Maga)]


Foto: Julio Cortázar
Pintura: Dorothy Spangler





28 de junio de 2010

http://angel-lectorimpertinente.blogspot.com/ Frases



El lector impertinente

Este blog nace con la intención de recopilar los relatos que en la red se cuelgan para ser leídos. Yo ayudo a ello, modestamente.

El enlace anterior es al blog de Ángel, quien publicó una poesía desde mi blog y donde pueden leer y conocer otros blogs, a los cuales el se encarga de ir presentándolos a través de una selección de lo que en ellos se publica.
Gracias por dedicarme esta entrada del día de hoy.

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Frases

Llueve. Y el agua cae sin relieve sobre las piedras, ávidas de lluvia. Aquí en mi corazón, cómo remueve; aquí en mi corazón,
cómo diluvia.

Lluvia
Julia Prilutzky

Tenemos que aprender a no asombrarnos de habernos encontrado, de que la vida pueda estar de pronto en el silencio o la mirada.

Silencio
Julia Prilutzky

26 de junio de 2010

El color de tu alma


Mientras que yo te beso, su rumor
nos da el árbol que mece el sol el oro
que el sol le da al huir, fugaz tesoro
de un árbol que es el árbol de mi amor.

No es fulgor, no es ardor y no es rubor
lo que me da de ti lo que te adoro,
con la luz que se va: es el oro, es el oro,
es el oro hecho sombra: tu color.

El color de tu alma: pues tus ojos
se van haciendo ella, y a medida
que el sol cambia sus oros por sus rojos
y tú te quedas pálida y fundida,
sale el oro hecho tú de tus dos ojos
que son mi paz, mi fe, mi sol: ¡mi vida!



Juan Ramón Jiménez
Pintura: Rob Hefferan



Debí haberte encontrado diez años antes o diez años después. Pero llegaste a tiempo.


Jaime Sabines


25 de junio de 2010

Almas Gemelas


Reflexiones

...En ciertas reencarnaciones, nos dividimos. Así como
los cristales y las estrellas, así como
las células y las plantas, también
nuestras almas se dividen.

Nuestra alma se transforma en dos, estas nuevas almas se
transforman en otras dos, y así en algunas generaciones,
estamos esparcidos por buena
parte de la tierra.

Hacemos parte de lo que los alquimistas llaman el ANIMA MUNDI,
el Alma del Mundo.

En verdad, si el ánima mundi se limitara a dividirse, estaría
creciendo pero también quedándose cada vez más débil. Por eso,
así como nos dividimos, también nos reencontramos.
Y ese reencuentro, se llama Amor.
Porque cuando un alma se divide, siempre se divide en una
parte masculina y una femenina.

...En cada vida, tenemos una misteriosa obligación de
reencontrar por lo menos, una de esas Otras Partes...

...- ¿Cómo es posible reconocer a la Otra Parte? -
Es posible conocer a la Otra Parte por el brillo en los ojos:
esa, es la tradición del sol; así, desde el inicio de los
tiempos, las personas reconocían a su verdadero amor.
Según la tradición de la luna, existe otro
procedimiento: un tipo de visión que mostraba un punto
luminoso situado encima del hombro izquierdo de la Otra Parte.

Corriendo riesgos. Corriendo el riesgo del fracaso, de las
decepciones, de las desilusiones, pero nunca dejando de buscar
el Amor.

Quién no desista de la búsqueda, vencerá.

...Somos responsables de reunir nuevamente, a la Otra Parte
que se cruzará en nuestro camino.

Aunque sea por unos instantes siquiera; porque esos
instantes traen un amor tan intenso que justifica el resto de
nuestros días.

También podemos dejar que nuestra Otra Parte siga adelante,
sin aceptarla o siquiera percibirla.
Entonces necesitaremos más de una encarnación para
encontrarnos con ella.
Y, por causa de nuestro egoísmo, seremos condenados al peor
suplicio que hemos inventado para nosotros mismos:

¡La soledad!


Paulo Coelho

23 de junio de 2010

Para vivir no quiero...


Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!

Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».


Pedro Salinas


21 de junio de 2010

Pequeño Vals Vienés


En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.
Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.
Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.
En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.
Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals del "Te quiero siempre".
En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.


Federico García Lorca

20 de junio de 2010

EL DESAYUNO


Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».



Luis Alberto de Cuenca
Pintura: Rob Hefferan

13 de junio de 2010

Sueño para el invierno 1


a ella...

En el invierno viajaremos en un vagón de tren
con asientos azules.
Seremos felices. Habrá un nido de besos
oculto en los rincones.
Cerrarán sus ojos para no ver los gestos
en las últimas sombras,
esos monstruos huidizos, multitudes oscuras
de demonios y lobos.
Y luego en tu mejilla sentirás un rasguño...
un beso muy pequeño como una araña suave
correrá por tu cuello...
Y me dirás: «¡búscala!», reclinando tu cara
-y tardaremos mucho en hallar esa araña,
por demás indiscreta.



Arthur Rimbaud
Pintura: Avataneo Miguel

8 de junio de 2010

Hubo un tiempo...


Hubo un tiempo en el que el amor era un
intruso temido y anhelado.
Un roce furtivo, premeditado, reelaborado durante
insoportables desvelos.
Una confesión perturbada y audaz, corregida mil
veces, que jamás llegaría a su destino.
Una incesante y tiránica inquietud.
Un galopar repentino del corazón ingobernable.
Un continuo batallar contra la despiadada infalibilidad
de los espejos.
Una íntima dificultad para distinguir la congoja del
júbilo.
Era un tiempo adolescente e impreciso, el tiempo del
amor sin nombre, hasta casi sin rostro, que merodeaba,
como un beso prometido, por el punto más umbrío de la
escalera.




Ana Rossetti

7 de junio de 2010

No quisiera que lloviera...


No quisiera que lloviera
te lo juro
que lloviera en esta ciudad
sin ti
y escuchar los ruidos del agua
al bajar
y pensar que allí donde estás viviendo
sin mí
llueve sobre la misma ciudad
Quizá tengas el cabello mojado
el teléfono a mano
que no usas
para llamarme
para decirme
esta noche te amo
me inundan los recuerdos de ti
discúlpame,
la literatura me mató
pero te le parecías tanto.



Cristina Peri Rossi
"Diáspora" 1976

4 de junio de 2010

Frágil...



"Todos ven lo que aparentas; pocos advierten lo que eres"


Nicolas Maquiavelo
"El Príncipe"


2 de junio de 2010

Para Lola



El engaño

Soy tuya, Dios lo sabe por qué, ya que comprendo
que habrás de abandonarme, fríamente, mañana,
y que bajo el encanto de mis ojos, te gana
otro encanto el deseo, pero no me defiendo.
Espero que esto un día cualquiera se concluya,
pues intuyo, al instante, lo que piensas o quieres.
Con voz indiferente te hablo de otras mujeres
y hasta ensayo el elogio de alguna que fue tuya.
Pero tú sabes menos que yo, y algo orgulloso
de que te pertenezca, en tu juego engañoso
persistes, con un aire de actor del papel dueño.
Yo te miro callada con mi dulce sonrisa,
y cuando te entusiasmas, pienso: no te des prisa.
No eres tú el que me engaña; quien me engaña es mi sueño.



Alfonsina Storni


Para Lola con cariño -la poesía que te comenté en tu blog-, te la dedico porque se relaciona con lo que escribiste
¡felices vacaciones amiga!