Yo, como tú, amo el amor, la vida,
el dulce encanto de las cosas, el paisaje
celeste de los días de enero.
También mi sangre bulle
y río por los ojos
que han conocido el brote de las lágrimas.
Creo que el mundo es bello,
que la poesía es como el pan, de todos.
Y que mis venas no terminan en mí
sino en la sangre unánime
de los que luchan por la vida,
el amor,
las cosas,
el paisaje y el pan,
la poesía de todos.
Roque Dalton
Pintura: Window
2 comentarios:
Una hermosa sensación es la que queda tras leer.
¿Por qué dan bienestar algunos supiros?
Parece que lo desagradable del día se esfuma tras este poema.
Gracias Inés!!
Es como un pequeño canto a la vida, o llamada de atención para no perdernos de apreciar las cosas bellas. Y si te produjo bienestar me pone feliz, porque ese mismo efecto sentí cuando lo leí.
Feliz fin de semana, un beso
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