Resulta que los demás no sólo nos piensan, sino que también nos sueñan.
Sin pedirnos permiso,
Sin pagarnos derechos,
Sin que nuestras indignadas protestas -¡Pero YO no soy así!-
Sirvan de nada.
Habrá que acostumbrarse, entonces,
A convivir con nuestros hologramas
Y a que hagan con ellos lo que les plazca.
Mientras seguimos intentando ser,
Calladamente, con tenacidad,
Nosotros mismos.
Berna Wang
7 comentarios:
los sueños infinitos cómplices del alma..
me gusta como escribes.
saludos fraternos
un abrazo
Sí, hay que intentar siempre ser coherentes.
Y es bonito que alguien te sueñe.
Muchos besos.
A mi no me importa ser el holograma de alguien, sobre todo de quién es así mismo mi holograma:):)
Hay que conformarse con tantas cosas...
Abrazos
AdolfoPayés, sigamos soñando y que nos vean ;)
Un beso fraterno
Sakkarah, ser siempre nosotros y que por eso nos sueñen, si es muy bonito!
Beso
TriniReina, es muy acertado lo que decís, ser holograma de un holograma, el día que pueda vernos
dejará de serlo, mientras así estamos...
Un beso
¡Espléndido!, no se puede hacer nada y además no valdría la pena y hay que seguir, aunque sea difícil ser "nosotros mismos".
Genial el contrapunto o comparación del holograma.
Bicos.
Hola Auroraines
El pensamiento se tergiversa cuando se cuenta. Así ocurre con nuestra imagen y actos. Así ocurrirá siempre.
Acertado escrito del comportamiento humano.
Un saludo
Fonsilleda, así es a convivir y siempre ser nosotros.
Bicos
Febade, cuando lo cuenta otro, pero si somos nosotros mismos deberían captarlo tal cual es, a veces da tanto trabajo hacerse entender aunque me cueste aceptarlo es así, en algunos seremos como hologramas.
Gracias por tu reflexión ,)
Un abrazo
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